El diario de Ana Franck

Annelies Marie "Anne" Frank, conocida como Ana Frank, nació en Frankfurt el 12 de junio de 1929. Fue una niña judía perteneciente a una familia de alemanes con una buena situación económica , por lo que vivían rodeados de muchas comodidades. En marzo de 1933, cuando el Partido Nacional Socialista fue elegido para dirigir el municipio de Frankfurt, las cosas para las familias judías se complicaron debido a la gran discriminación promovida por los nacionalsocialistas en contra de los judíos. Por esto, junto con su familia, Anne tuvo que mudarse a Amsterdam, huyendo de los nazis. Se ocultó durante la Segunda Guerra Mundial, desde el 9 de julio de 1942 hasta el 3 de agosto de 1944, en un desván construido en el edificio de oficinas de la empresa en la que trabajaba su padre. Amigos de la familia se convirtieron en sus protectores, les llevaban comida y ropa para Ana y su familia, con gran riesgo a sus propias vidas. En el escondite había ocho personas: sus padres, Otto y Edith Frank; ella y su hermana Margot; Fritz Pfeffer, un dentista judío y la familia Van Pels, formada por Hermann y Auguste van Pels y el hijo de ambos, Peter. Allí le regalaron un diario al cumplir los trece años que utilizó para describir su miedo a vivir escondida durante dos años, sus experiencias, esperanzas, sus sentimientos por Peter, los conflictos con sus padres, especialmente con su madre...Ana descubrió su verdadera vocación de escritora. El 4 de agosto de 1944, la GESTAPO descubrió el escondite de los Frank,alguien los había delatado. Fueron capturados y llevados a distintos campos de concentración en Alemania donde morirían todos a excepción de su padre. Ana murió de tifus el 12 de marzo de 1945, pocos días antes de la liberación de su padre. Cuando éste regresó a Amsterdan, Miep Gies, uno de los protectores durante su encierro, le entregó el diario. En 1947, según deseo de Ana, su padre decide publicar el diario, que se convierte en uno de los libros más leídos en el mundo. Actualmente, la casa en la que vivió escondida Ana Franck en Amsterdam, está transformada en museo.
Antía García Diéguez
Carmen Rapado García