lunes, 15 de marzo de 2010

Los Romanov: los últimos zares


Nicolás fue el último zar de Rusia. Su mandato se desarrolló entre 1894 y 1917. Fue el hijo mayor y sucesor de Alejandro III, siguiendo la misma política absolutista de su padre. En 1894 se casó con Alicia de Hesse, princesa alemana y nieta favorita de la reina Victoria de Inglaterra. Tras su matrimonio por la iglesia ortodoxa, pasó a llamarse Alejandra. Tuvieron cinco hijos, el zarevich Alexéi y las grandes duquesas, Olga, Tatiana, María y Anastasia. La enfermedad de su hijo hizo que el zar y la zarina se acercaran a la ortodoxia religiosa y a los consejos y creencias místicas del oscuro adivino de la corte, Rasputín. Nicolás II creía firmemente en el poder absoluto de la monarquía rusa, no realizaba concesiones a los sectores que abrazaban el liberalismo político. En 1904 declara la guerra a Japón , esta fue desastrosa para el Imperio Ruso, y dio lugar a la Revolución de 1905 conocida como el "Domingo Sangriento", ya que una multitud de miles de personas se manifiesta frente al palacio de los zares. El zar concedió cambios y la Duma se inaugura en 1906. Más tarde, Rusia entra en la I Guerra Mundial junto a los Aliados, pero tiene que abandonar en 1917, debido a problemas políticos y económicos internos que desembocó en la Revolución de Febrero de 1917. La familia Romanov es recluida en Crimea. Tras la Revolución Bolchevique de Octubre de ese mismo año, la familia es llevada a Ekaterimburgo. Allí estuvieron acompañados por varios ayudantes de su séquito, el cocinero, el médico, la doncella de la zarina y un ayudante de cámara. Todos fueron fusilados en la noche del 17 al 18 de julio en el sótano de la casa Ipatiev,
Colaboración de Isabel G. Pîñeiro

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